lunes, 6 de junio de 2011

HIMNO DEL SOCORRO


Del tambor al redoble guerrero
que tocara Manuela Beltrán
socórranos altivos juraron
que la patria tendría libertad

El edicto hecho trizas llevado
en las alas del raudo huracán
fue a decir a lo lejos en donde
ya la aurora empezaba a brillar.

Aquí broto la chispa primera
que la America vio fulgurar
y mas tarde cual rayo terrible
al tirano venció en Boyacá

Gómez Plata Monsalve y Berbeo
de aquí salen y van a la lid;
y Cadena y Rosillo valientes
por la patria supieron morir.

Sobre el prado de verde esmeralda
bajo el valió del limpio turquí,
en la tumba sagrada de Antonia
es muy grato al patriota vivir.

Coronemos el sacro estandarte
con las mieses que el campo nos dá
este emblema de honor y trabajo
del Socorro el escudo será.

Del tambor al redoble guerrero
de GALÁN y MANUELA BELTRÁN
socórranos altivos juraron
que la patria tendría libertad

El edicto hecho trizas llevado
en las alas del raudo huracán
fue a decir a lo lejos en donde
ya la aurora empezaba a brillar.

Aquí broto la chispa primera
que la America vio fulgurar
y mas tarde cual rayo terrible
al tirano venció en Boyacá

Gómez GRITA y Monsalve CERTERO
de aquí salen y van a la lid;
y Cadena y Rosillo valientes
por la patria supieron morir.

Sobre el prado de verde esmeralda
bajo el valió del limpio turquí,
en la tumba sagrada de Antonia
es muy grato al patriota vivir.

Coronemos el sacro estandarte
con las mieses que el campo nos dá
este emblema de honor y trabajo
del Socorro el escudo será.



Autor:
Dr. Daniel Villareal García

Compositor:
Lelio Olarte

Trascripción y reforma:
Héctor Jota Martínez C.

domingo, 25 de enero de 2009

LLANERO AUSENTE

LLANERO AUSENTE

De los llanos Colombianos
Casanare es una parte;
de allá vine cuando niño
a mi Socorro entrañable,
pa' encontrarme con las letras
nacidas de un Legendario...
Maestro José A. Morales.
El Socorro, de Santander el bravío,
no supo cuando llegué
ni desde cuando contigo;
este bardo que siempre vibra tu canto,
por siempre quiere tenerte
para estar en tus encantos.
Nuestro folclor se conoce
por toda la patria grande
y se llena de las musas
que los Henrys bien las tocan;
los Mora son los maestros
y un Héctor o uno más
las cuerdas doman con voces
como queriendo legar
la paz para los mortales
este día y otros más.
A mi pueblito amable
lo llenan quienes sí sienten;
se llena de un Llano grande
de Titiribí venido
y se llena de gran gusto
teniendo acá con nosotros
a Mario y Jaime Martínez.
Puno Ardila en los Maestros
a mi Colombia hace grande,
desde la Guajira a Pasto,
desde Arauca vibrador
y hasta el Chocó mi raigambre,
desmenuzando folclores
rojos como algunas rosas
o blancos como azucenas,
que semejan bien las plumas
de las aves que en su pico,
a la humanidad le llevan
ramos verdes de esperanza.
Hay otros que en la Villa Comunera
desgranan sus sentimientos:
son los humildes troveros
que quieren ser de la patria
y algunos que como yo
sin cuerdas de tripa e' cerdo,
de nailon, bronce o acero,
quieren sentir con anhelo
los grande que's nuestro pueblo.
Quién tocará los capachos,
quién tocará un cuatro triste;
quién tocará un cuatro alegre,
quien pudiera como a un potro
domar las cuerdas de un tiple;
quien pudiera en mi Colombia
cambiar las armas por notas,
y entonarle a los demás
que mi país se halla triste,
porque los que bien están
socorriendo o mendigando,
a mi nación no comprenden,
así sus hijos estén
bien naciendo o bien muriendo.
¿Sin cariño y hermandad,
pa' que se sigue viviendo?
si de La Salina vine desde el año 48
a convivencia expresar,
con tanto que la pregono
¿cuándo hallaremos la paz?
Desde 2 años de infancia
socorrano ya sería;
socorrano bien me siento;
de todas formas, yo canto;
mis palabras sin las cuerdas,
sin sombrero, sin el rejo y sin bordón,
hoy me siento como siempre...
¡ausente llanero soy!

Cáchira, N.S., 27-11-92

viernes, 23 de enero de 2009

Cuando yo muera

Cuando yo muera

Cuando yo muera,
lágrimas no quiero;
quiero que mis letras
y mi pensamiento
se divulguen;
que con ellas y con él,
broten deseos de perdón
para quien se haya herido;
y con ellos revervezcan esperanzas
que en la vida se tienen;

reverdezca el hilán-hilán,
y las violetas y otras flores broten…
y un sauce llorón,
o un rosado guayacán
con sus raíces aferradas
a los corazones de la tierra,
que no falte
para “Que no Calle el Cantor”,
ni el pajarillo
que la paz pregona.

Cuando yo muera,
quisiera ser paloma
y, cuando vuele...
como el cóndor,
llegar a donde estés:
hermano, humano, amigo mío,
para entregarte un ramo
de esperanzas y de olivo.

Cuando yo muera,
quisiera ser un hada...
para tornar en los niños
sus llantos en sonrisas;
quisiera ser bastón y ser abrigo...
para el anciano que sin calor
cojea por el mundo.

Cuando yo muera
porque el aire me falte,
quisiera ser el aire...
y él, fuera puro.
Para cuando muera,
quiero como siempre
se fundan mis cenizas
en “Tierra de Morales”;
y a la humanidad y al orbe
se envuelvan en la paz y la ternura..