viernes, 23 de enero de 2009

Cuando yo muera

Cuando yo muera

Cuando yo muera,
lágrimas no quiero;
quiero que mis letras
y mi pensamiento
se divulguen;
que con ellas y con él,
broten deseos de perdón
para quien se haya herido;
y con ellos revervezcan esperanzas
que en la vida se tienen;

reverdezca el hilán-hilán,
y las violetas y otras flores broten…
y un sauce llorón,
o un rosado guayacán
con sus raíces aferradas
a los corazones de la tierra,
que no falte
para “Que no Calle el Cantor”,
ni el pajarillo
que la paz pregona.

Cuando yo muera,
quisiera ser paloma
y, cuando vuele...
como el cóndor,
llegar a donde estés:
hermano, humano, amigo mío,
para entregarte un ramo
de esperanzas y de olivo.

Cuando yo muera,
quisiera ser un hada...
para tornar en los niños
sus llantos en sonrisas;
quisiera ser bastón y ser abrigo...
para el anciano que sin calor
cojea por el mundo.

Cuando yo muera
porque el aire me falte,
quisiera ser el aire...
y él, fuera puro.
Para cuando muera,
quiero como siempre
se fundan mis cenizas
en “Tierra de Morales”;
y a la humanidad y al orbe
se envuelvan en la paz y la ternura..

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